DIA 10: MIERCOLES 03/08/2016: AIRLIE BEACH (HAMILTON ISLAND) – SYDNEY
Llegamos a Sydney a las 15:20, en un vuelo de Virgin procedente de Hamilton Island. Teníamos 3 días y medio por delante para conocer la ciudad más grande y famosa del país.
Lo primero que hicimos al llegar fue adquirir (gratis) y cargar la Opal Card. Se puede hacer justo antes de coger el tren (Airport Link) a la ciudad desde el aeropuerto. El tren nos costó 16 AUD por persona y trayecto desde la estación del aeropuerto internacional hasta la estación de Central. El viaje dura 10 minutos y la frecuencia es también de unos 10 minutos.
Elegimos como alojamiento el Big Hostel (212 Elizabeth St), bastante céntrico a 5 minutos andando de Central para los trenes al aeropuerto o a las Blue Mountains, y a otros 5 minutos del metro de Museum, con el que te acercas en 2 paradas a Circular Quay. El hostel es bastante básico, como todos los que habíamos estado en esta primera parte del viaje. Habitación privada con baño privado. Teníamos incluido el desayuno, que te preparabas tú en la cocina comunitaria. Te tocaba fregar los platos al acabar, y había avisos por el hostel de gente que habían pillado con el CCTV sin fregar los cacharros y correspondiente multa, jaja.
Del calor de Darwin, y el clima primaveral de Cairns y Airlie Beach, pasábamos al invierno de Sydney. Un invierno muy suave, eso sí,
con unos 12-15º. Peor que el cambio de temperatura, fue la lluvia que nos recibió durante este primer día…
Tras hacer check-in, decidimos ir andando dando un paseo por la ciudad hasta llegar a la zona de Circular Quay, para tener una primera
panorámica de la famosa Ópera y el puente Harbour Bridge.
Enfilamos por George Street, donde aprovechamos para cambiar euros por AUD. Aquí pecamos de pardillos, y en una de las casas de cambio, vimos en un cartel un cambio beneficioso, y tras soltar los euros, al comprobar lo que nos daban, vimos que era bastante menos de lo esperado. Al quejarnos, nos remitió a una nota pequeñita debajo del cartel grande con los precios. Ponía que se aplicaría una comisión, pero no el porcentaje de la misma, que resultó ser del 12%. Nos quejamos e intentamos que nos devolviera los euros que le habíamos dado, pero nos dijo que nos tendría que cobrar 10 AUD por deshacer la operación. En fin, una espabilada, la empleada de la casa de cambio. Llamándola de todo y que nos había estafado, nos fuimos de allí para no perder más tiempo.
Como moraleja del incidente, aprendimos la lección, no soltar la pasta, hasta que te indiquen exactamente loas AUD que te van a dar. Si no te interesa te vas a otra. Después vimos un montón de casas de cambio por todo Sydney, con esta táctica mafiosa de indicar bien grande el cambio, para después aplicar la comisión que les parece, pero ya no volvimos a caer. Además hay mucha diferencia entre unas y otras. Os avisamos, para que no os pase lo mismo que a nosotros.
Tras comenzar con mal pie nuestras andaduras por la ciudad, decidimos olvidar el incidente y seguir paseando. En nuestro camino hasta Circular Quay pasamos por Hyde Park, donde destaca el Anzac Memorial, un monumento dedicado a los australianos que han servido en las Fuerzas Armadas:
También vimos por primera vez la Sydney Tower, con sus 309 metros de alto (incluida antena):
Cuando estábamos llegando a Circular Quay, la lluvia empezó a apretar y decidimos guarecernos de la lluvia y aprovechar para merendar algo en el .
Una vez amainó un poco la lluvia, nos dirigimos a Circular Quay, y tuvimos la primera panorámica del fotogénico Harbour Bridge. Un puente de hierro de 1.149 metros de longitud y 134 metros de altura:
La Ópera, uno de los edificios más famosos y bonitos del mundo, queda a pocos metros de aquí. Fue diseñada por el arquitecto danés Jorn Utzon en 1957 e inaugurada en 1973.
Apenas nos dio tiempo a tomarnos unas pocas fotos nocturnas con la Ópera de fondo, ya que la lluvia empezó a arreciar, y tuvimos que refugiarnos en una tienda próxima:
Se trata de un monumento espectacular, es preciosa la mires por donde la mires. No nos apenó abandonar la zona, porque volveríamos en días posteriores, y nos dirigimos, una vez que paró la lluvia, hacia la zona de The Rocks., ubicada a 5 minutos andando desde Circular Quay.
Se trata del barrio donde nació la ciudad, allá en el año 1788. Ha sabido mantener su esencia, y aparte de una zona con ese aire antiguo y con encanto, es un sitio estupendo para tomar algo o cenar, ya que hay numerosos pubs (The Mercantile, The Orient, The Observer) que tienen platos económicos.
Nosotros cenamos en The Mercantile (25, George St), y quedamos muy satisfechos. Pedimos cada uno un plato de 250 gr de Prime Grange Rump por 15 AUD/persona. Para cada día de la semana tienen un plato de oferta, por ejemplo, los lunes: fish&chips, los martes: hamburguesa, los miércoles: Prime Grange Rump… Muy buen precio para ser Australia. Además el sitio está chulo.
El paseo quedó un poco deslucido por la lluvia, pero sin duda, es una zona con encanto, y como decimos la vimos ideal para salir a cenar. Aquí os dejamos algunas fotos del barrio de The Rocks:
Ya sólo nos quedaba la vuelta al hostel, donde pasamos por la zona del Town Hall (Ayuntamiento), como veis, un precioso edificio:
La Sydney Tower se erigía sobre todos los rascacielos del sector financiero de la ciudad:
DIA 11: JUEVES 04/08/2016: SYDNEY
Este día tuvimos más suerte, y la lluvia que nos acompañó durante casi todo el día de ayer, esta vez nos concedió una tregua. Teníamos planeado visitar por la mañana el Taronga Zoo, para ver algunos animales típicos del país que difícilmente veríamos en libertad, y por la tarde visitar la zona de la famosa playa de surferos de Manly Beach.
Teníamos compradas las entradas para el Taronga Zoo por internet (41,40 AUD/persona, 46 AUD si se compran en la puerta). Para llegar allí, andamos 5 minutos desde el Big Hostel hasta la parada de metro de Museum, y desde allí 2 paradas en la línea T2 hasta Circular Quay. De camino a la parada de Museum, pasamos por el Downing Centre, los tribunales de justicia:
Desde Circular Quay salen los ferries hasta diferentes zonas. Tenéis que coger la línea F2, en el muelle #2. Hay bastante frecuencia de ferries a Taronga Zoo, así que no hay problema. Nosotros cogimos uno nada más llegar:
El trayecto hasta el muelle del zoo dura unos 12’ y ofrece unas maravillosas vistas de la Opera House y del Harbour Bridge. Hay que estar atentos y no perder el tiempo buscando asiento:
Taronga Zoo
El horario del Taronga Zoo es de 09:30 a 16:30. Nosotros llegamos nada más abrir. Como privilegio por comprar las entradas por internet, puedes tomar un teleférico que te lleva a la entrada del zoo desde el muelle. Según sales del muelle a la izquierda está la terminal del teleférico. Te piden la entrada online. Si no tienes las entrada online, hay que tomar un autobús (precio barato) para que te ahorre la buena cuesta que hay hasta la entrada al zoo en lo alto de la colina. Ni se nos ocurriría ir andando. Las vistas de skyline desde el teleférico son muy buenas:
Hay que decir que tardamos unas 3 horas en dar un buen repaso al zoo. Cansa bastante porque hay continuamente subidas y bajadas, y según pasa el día se va notando el esfuerzo.
Son interesantes las zonas de los animales nocturnos (possums, quolls,..) así como las zonas donde están los más típicos animales australianos: kangaroos (ilusión tremenda ver canguros por primera vez, aunque en Anglesea pudimos verlos en libertad), wallabies (canguros pequeños pero más rechonchos y oscuros), koalas, cassowaries (intentamos verlo en el Mount Hypipamee cerca de Cairns, pero fue imposible), platypus (ornitorrinco, nos fue imposible verlo en libertad y aquí sólo a través de una cámara, super difíciles de ver), emus (avestruces), kookaburras (dicen que con una risa parecida a la humana), demonios de tasmania (marsupial carnívoro de mayor tamaño). Es la parte que más nos gustó del zoo.
También hay otras zonas destinadas a animales procedentes de África (bongos, jirafas, suricatas, …) y también posee una zona de animales acuáticos. En cuanto a tigres, leones y todo tipo de felinos grandes, brillan por su ausencia, aunque no es precisamente lo que teníamos intención de ver:
Teníamos pensado visitar la zona de Manly Beach desde el Taronga Zoo. Ahora bien, hay bastante trecho. La forma más económica de llegar es a través del autobús. Hay que coger el bus B247 que para justo en la entrada de la puerta del zoo y bajarse en Spit Junction (lo mejor es pedir al conductor que os avise al llegar a esa parada). Una vez en Spit Junction, hay que coger el B144 (Manly) en la calle Spit Rd y bajarse tras un montón de paradas y unos 30 minutos de trayecto en la parada de West Promenade Before Gilbert St. Desde aquí a Manly Beach hay 5 minutos caminando.
Comimos en el Fishmongers (11-15 Wentworth St), donde lo típico es coger un fish&chips y tomarlo en la playa, pero dado que era invierno nos conformamos con tomarlo en la terraza acompañado de unas estufas. Tomamos una monger box (22 AUD: 6 crumbed calamari + pescado de nueva zelanda + chips + patatas) y unos calamares fritos (16 AUD). Muy recomendable el sitio, estaba muy bueno:
Con la barriga llena, paseamos por Corso St, la calle que da a la playa, y donde hay tiendas típicas de surferos: Quiksilver, Billabong, Rip Curl, …
Paseamos un buen rato paseando por Manly Beach, viendo practicar a surferos de todos los niveles, desde niños con profesores haciendo sus primeros pinitos, hasta los más avanzados que tomaban olas en la parte izquierda y derecha de la playa:
Aprovechando que anoche pronto, calculamos el regreso en el ferry desde el muelle de Manly (muy próximo a la playa a 5 minutos por Corso St) para poder ver las vistas del skyline de la ciudad, la opera y el puente a la luz del atardecer. Tomamos el ferry que sale del muelle #6 de la línea F2. Aquí nos tocó esperar 20 minutos hasta que saliera. Tarda unos 20 minutos en llegar a Circular Quay y ofrece unas vistas tan espectaculares como éstas:
Como aún nos quedaban fuerzas, andamos hasta la zona del Queen Victoria Building (centro comercial), la St Andrew’s Cathedral y el Town Hall (muy próximos entre sí).
Hicimos unas compras en un supermercado, para tomar la cena tranquilamente en el hostel y dimos por acabado nuestro segundo día en la ciudad.
Al día siguiente visitaríamos las Blue Mountains y en nuestro último día en la ciudad acabamos de rematar las visitas pendientes (Botanical Gardens, Bondi Beach y playas de alrededores, …) pero eso os lo contaremos en la siguiente entrada.